sábado, 31 de enero de 2009

El asesinato de Maore

Violencia en la adolescencia. Valores cruzados


(Javier Ricou, Celeste López - LaVanguardia)

La violencia contra la mujer pervive en los adolescentes en medio de estereotipos machistas en la tele y mensajes de igualdad.

El crimen de la adolescente de Ripollet muestra la cara más cruel de una juventud, a la que supuestamente la sociedad prepara con dedicación y esmero. Casos como éste, sin embargo, obligan a replantearse los valores que se están transmitiendo a los chavales, sobre todo en el terreno de las relaciones entre sexos, que es lo que parece subyacer en este cruento suceso. Después de años de cerco a los comportamientos machistas, de intensa lucha en defensa de la igualdad real de mujeres y hombres y de la multiplicidad de mensajes contra todo tipo de violencia, el degollamiento de esta menor de 14 años a manos de un compañero de instituto plantea dudas sobre si el mensaje está calando entre la juventud.

La opinión de los expertos es coincidente: los valores a favor de la igualdad de sexos y contra la violencia chocan con los mensajes transmitidos a través de las películas, series y videojuegos, consumidos por los adolescentes, así como por las experiencias vividas en el entorno familiar. Todos insisten en que los menores actúan por imitación y, en este momento, los estereotipos vehiculados por estos medios audiovisuales pesan mucho entre unos jóvenes a los que, en muchos casos, no se les ha puesto límites en su casa y donde la palabra "no" apenas ha sido pronunciada por sus progenitores.

Inmaculada Aroca, profesora de Conductas Delictivas de la Universitat de València, señala que "degollar a una persona implica un ataque cuerpo a cuerpo, para lo que se precisan dosis muy altas de violencia". La elección de esta forma de matar, escogida por el adolescente de Ripollet, se explicaría, según Montolí, porque "en la mayoría de las películas consumidas por adolescentes, la gente es asesinada con cortes en el cuello. Hay más sangre y violencia. Por lo tanto, podría tratarse de un acto que imita escenas vistas en la ficción".

Pero, ¿cómo se llega a ser tan cruel? Para Aroca, "lo primero es deshumanizarse, perder toda empatía hacia el sufrimiento. Después hay que estar habituado a la violencia, acostumbrado a ver imágenes crueles. También es necesaria una autoestima extremadamente alta, que no admita la frustración ante un no. Y por último, en casos como el de este crimen, se intuye una falta total de reflexión. Se actúa sin pensar en las consecuencias".

La doctora en Psicología Social Victoria A. Ferrer, de la Universitat de les Illes Ballears, hace también referencia a las películas, videojuegos y series televisivas que consumen los adolescentes para explicar las relaciones con el otro sexo. En su opinión, se está haciendo desde las escuelas un gran trabajo de concienciación de la igualdad de sexos, pero este mensaje debe luchar contra otros llegados desde los medios audiovisuales en los que las chicas siguen manteniendo un papel pasivo, mientras el activo está reservado para el varón. Además, desde estos productos televisivos y de los videojuegos se insiste en la transmisión de "creencias irracionales", como que el "tener celos es una manifestación de cuánto me quiere este chico o que el hecho de llamar doscientas veces para preguntar dónde está la novia se entiende como qué majo, siempre está preocupado por mí", señala Ferrer.

El objetivo en el caso de los chicos es combatir la ideología machista que aún impera en la sociedad, mientras que en las chicas el problema se centra en luchar contra el romanticismo histórico que las lleva a confundir estar con alguien con ser sumisa.

Para Genoveva Sastre, profesora de la Facultad de Psicología de la Universitat de Barcelona, "actualmente, aunque de formas diferentes de las de antaño, las chicas continúan pensando más en lo que quieren y necesitan sus parejas que en sus propias necesidades, intereses y deseos. Esta actitud es el reflejo de una educación, formal e informal, en la que los ideales de igualdad coexisten y se entremezclan con los ideales del patriarcado. Si queremos prevenir la violencia contra las mujeres, es necesario -entre otras cosas- ayudar a las chicas a identificar y a rechazar aquellas situaciones en las que se da por supuesto que son ellas las que deben supeditarse; y al mismo tiempo alentarlas a que se sitúen en la relación amorosa como iguales y diferentes a su pareja".

- Incremento del grado de violencia.

Victoria del Barrio, catedrática de Psicología de la Personalidad, cree que lo ocurrido en Ripollet es fruto del "incremento de la intensidad del nivel de violencia". "Hay que preguntarse por qué esa reacción ante una situación de frustración por no ver cumplidos sus deseos". Este crimen es consecuencia de una "reacción emocional" sin límites.




Una víctima de ´bullying´ relata en primera persona su sufrimiento en un libro del periodista Javier Ricou

"Mi intención era quitarme la vida, aunque no sabía cómo; pero me faltó valor o una pistola para hacerlo"


Prefiero la cárcel a la escuela". Josep, un adolescente de 15 años, llevaba tiempo repitiendo esa frase. Su madre, Flora, veía en ella una excusa fácil para saltarse el colegio. "¡Si hubiese sabido lo que le pasaba, no hubiera insistido tanto para que fuera a clase!", explica Flora. El periodista Javier Ricou (Bonansa, Huesca, 1963) inicia así el relato del libro El acoso escolar (rdEditores), en el que se describe con toda crudeza el proceso y las consecuencias del bullying,palabra inglesa que define el acoso entre iguales en la escuela.

Ricou utiliza el relato de Josep, un joven de una localidad de la provincia de Lleida, que fue víctima de una prolongada situación de acoso que estuvo a punto de costarle la vida y que el periodista publicó en exclusiva en La Vanguardia."Mi intención era quitarme la vida, aunque no sabía cómo. Pero me faltó valor o una pistola, un arma con la que puedes acabar rápido con todo sin sufrir". Josep ya había padecido bastante, y lo hizo en silencio hasta que un día rompió su rutina, tardó en regresar a casa y, cuando lo hizo, explicó a sus padres qué le sucedía.

El relato de los hechos sirve a Ricou para desgranar, en 27 capítulos, distintos aspectos del bullying;exponer las opiniones de expertos sobre un fenómeno que no es cosa de niños, como algunos insisten en tildarlo, y que afecta a algo tan esencial como la libertad y la dignidad de los jóvenes, que son seres humanos. El periodista expone también la situación de los profesores y padres "que normalmente no se imaginan el calvario que están pasando sus hijos"; las propuestas de las autoridades académicas; saca a la luz casos de acoso escolar hasta ahora inéditos; aporta pistas para descubrir situaciones de bullying...En suma, se trata de un ensayo en el que el autor retrata una situación en la que la falta de información por parte de los padres y los profesores, así como la ausencia de pautas para actuar, son elementos que impiden abordar bien un problema en el que acosado y acosador son víctimas por igual y en el que se precisa una actuación inmediata, además de programas de prevención, para atajarlo de raíz.

Ricou no pretende dar lecciones ni soluciones. "Es una llamada de atención", explica, que se transforma en un alegato por la libertad en las aulas. "El bullying es cada vez más cruel. Los acosadores cada vez tienen más información externa que les permite ir sofisticando sus técnicas de acoso", señala.

El autor, que también habló con los padres de Jokin, el joven de 14 años de Hondarribia que se suicidó hace un año por el acoso al que era sometido por sus compañeros de instituto, explica cómo el bullying va formando parte del día a día de los tribunales. "Durante un tiempo se ha intentado arreglar en los propios centros y ahora se empieza a acudir a los tribunales porque los padres tienen la sensación de que no se les escucha y de que los centros se ven a veces impotentes para solucionar los problemas. Los padres no buscan protagonismo, necesitan explicar lo que les sucede, que alguien les haga caso y que se castigue a los acosadores". Durante el proceso de elaboración del libro, Ricou ha comprobado la angustia permanente de los acosados y la de los padres cuando el niño les explica lo que le sucede. Los padres ven que se minimiza la situación que está viviendo su hijo "y además se les aísla, a ellos y a la víctima. Nadie les llama, ni los padres de los acosadores, ni los profesores; nadie. Y eso es terrible".

De ahí que el autor explique que desde el caso Jokin, internet se ha convertido en una herramienta en la que las familias de las víctimas no sólo se reconfortan sino que se pasan información, además de tener un buen foro para explicar su caso, algo que de por sí ya les alienta y fortalece.

Javier Ricou ha escrito El acoso escolar "para que todos los escolares vuelvan a recuperar la libertad, la dignidad, la autoestima y las ganas de vivir que les han ido arrebatando poco a poco los compañeros de clase". La obra será presentada el próximo martes 25 de octubre en la Casa del Libro de Madrid por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades.
(+)Portada del libro: 208 págs., 150x235 mm


La Quar (Berguedà) y Arres (Val d´Aran) son los dos únicos municipios catalanes, entre los cuatro del total de España, que han prescindido de las ayudas del plan E de Zapatero

Pueblos sin agujeros




JAVIER RICOU - Arres


Aquí no somos más chulos que nadie, ni tampoco buscamos atención mediática. Sólo el sentido común nos ha llevado a esta situación. No hay nada más". Pere Castet (CiU) es el alcalde de Arres (Baish Aran) y el nombre de ese Ayuntamiento nunca se había hecho tan visible entre los más de 8.000 municipios que hay en España. Y es que Arres está en la lista de los únicos cuatro ayuntamientos - los otros son La Quar (Berguedà), Illán de Vacas (Toledo) y San Juan de la Encinilla (Ávila)-que han rechazado las ayudas del plan del Fondo Estatal de Inversión Local, aprobado por el Gobierno con la esperanza de fomentar el empleo y reducir las listas del paro.

La respuesta unánime y positiva dada por los municipios al plan propuesto por Rodríguez Zapatero es la cara del éxito de esta iniciativa. Pero esa aplastante mayoría es, al mismo tiempo, lo que ha hecho cobrar protagonismo a estos cuatro alcaldes que no mostraron en su día el mínimo interés por conseguir un céntimo de los 8.000 millones de euros presupuestados en el plan.

A Pere Castet nadie le va a convencer ahora, sin embargo, de que su pueblo se ha equivocado. El alcalde de este apartado municipio de Val d´Aran defiende la opción tomada en un concejo abierto - los 60 empadronados en Arres son insuficientes para formar listas-tras el voto de los vecinos que acudieron a la convocatoria.

"A nosotros no nos salían los números", afirma Castet. A su municipio le correspondían poco más de 11.000 euros. "Para recibirlos teníamos que redactar un proyecto, hacer memorias y superar otros trámites burocráticos. Todo esto cuesta dinero, calculamos que como mínimo 3.000 euros, y esa cantidad habría tenido que adelantarla el Ayuntamiento", argumenta el alcalde. Arres tiene un presupuesto anual de 7.000 euros y no es fácil disponer de liquidez para el inicio de cualquier obra". Los vecinos de Arres hicieron, por lo tanto, cuentas, y llegaron a la conclusión de que no valía la pena adelantar un dinero que ahora necesitan para otros proyectos "para acabar recibiendo, sin saber cuándo, seis o siete mil euros", sostiene Castet.

El alcalde insiste en que el rechazo a esa ayuda no debe interpretarse como un acto de chulería ni de provocación - otros vecinos de Arres sí que manifiestan abiertamente que la "calderilla" que les daban en Madrid no iba a sacar al pueblo de ningún apuro-y aprovecha la inesperada fama conseguida con toda esta historia para pedir ayudas para obras que sí pueden cambiar la vida de los vecinos, "como la mejora de la carretera, con la construcción de una variante en Vilamòs, o la apertura de un camino asfaltado hasta la iglesia para facilitar el acceso al templo cuando hay nieve", explica el alcalde.

Las explicaciones de Castet para justificar la decisión tomada en Arres contrastan con la escueta respuesta proporcionada por el otro Ayuntamiento catalán que optó por rechazar un plan por el que le correspondían alrededor de 10.000 euros. La alcaldesa de La Quar (Berguedà), Maria Antònia Raurell, zanja el tema con una frase: "Este es un municipio con 60 personas empadronadas, que todavía no tiene aprobado ningún plan de ordenación urbanística y, por lo tanto, no teníamos dónde invertir ese dinero".

viernes, 30 de enero de 2009

El síndrome del emperador
España carece de centros para corregir los trastornos de conducta de niños que controlan el ambiente familia

"Si su hijo no delinque, no podemos hacer nada", es la respuesta de las autoridades a las familias


JAVIER RICOU - 09/04/2006 Lleida


Son violentos y autoritarios, no cumplen con las normas y sus padres se ven incapaces de controlarlos. Es lo que los expertos han bautizado como el "síndrome del emperador" y lo sufren muchas parejas que han perdido el control sobre sus hijos. Buscar una solución para desposeer a esos pequeños emperadores del ambiente que han conquistado no es tarea fácil. La Administración española, aseguran expertos en el ámbito del menor, no dispone de armas para ayudar a esas familias que han perdido toda la autoridad sobre sus hijos y que son víctimas de su cruel conducta.


"Si su hijo no delinque, no podemos hacer nada". Ésta es la respuesta que se suele dar a las familias que acuden a las autoridades a pedir ayuda para corregir trastornos en el comportamiento de sus hijos. Lo explica Pedro Núñez Morgades, Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, quien aboga por el consenso institucional para crear centros donde enmendar esas conductas agresivas y antisociales. Jaume Funes, adjunto al Síndic de Greuges per la Defensa de l´Infant, comparte la propuesta. "Ahora mismo poco podemos hacer para ayudar a estas familias y hay que buscar una fórmula intermedia que no sea la reforma ni la protección", afirma.


En España sólo existen los centros de reforma para los menores que han delinquido, o los de protección para los que están en una situación de desamparo. La solución intermedia, esa que debería ayudar a esos niños que no están desprotegidos ni son delincuentes, es la que se necesita en España, reiteran Núñez y Funes, para evitar que menores con problemas de comportamiento acaben en reformatorios ilegales y sin ningún control como el descubierto en Girona. "Lo que se hacía en esa masía con adolescentes suizos es una barbaridad - afirma Núñez Morgades- y si se prueba que algún estamento oficial apoyaba esa actividad, la obligación de España es denunciarlo por haberse infringido la convención de derechos de los niños". "Corregir la conducta de un menor privándole de libertad es un error - afirma Funes-. Es como volver a la época en la que proliferaban los centros para adictos a la heroína y se justificaba que se les atara con la frase: ´Benditas las cadenas que libran de la droga´".

Para el adjunto al Síndic, se debería permitir, en los casos más graves, "apartar de forma temporal a ese adolescente del espacio que tiene controlado". Núñez Morgades asiente al indicar que la experiencia ha demostrado que cuando se saca a ese pequeño emperador del ambiente que ha conquistado, su conducta suele variar enseguida.


Ambos expertos comparten la idea, sin embargo, de que el trabajo para corregir ese comportamiento debe ser dirigido por profesionales. Esto es lo que hace la fundación internacional O´Belén, que tiene centros terapéuticos en España (Ourense, Castellón, Cuenca, Guadalajara, Tenerife y Madrid) especializados en corregir trastornos de conducta en menores. Su director técnico, Ricardo Fernández, asegura que son únicos en su especialidad y para Núñez Morgades la tarea de esta fundación es el ejemplo que seguir en España.

En los centros de O´Belén el número de especialistas casi dobla al de internos. Su peculiaridad consiste en que en las autonomías donde trabajan es posible, a través de los servicios sociales, que una familia desbordada pueda ceder la tutela de su hijo a la Administración para que ésta acuerde un tratamiento. Todo se hace bajo un control muy estricto. "Nuestra principal función es la de resocializar, ayudar a ese menor a que reinvente su vida", afirma Ricardo Fernández. En los equipos hay desde psiquiatras y psicólogos hasta monitores especializados en diferentes talleres y personal que ejerce como tutor.


Los éxitos, añade Fernández, sólo llegan despúes de mucho esfuerzo y medios, por lo que sólo atinió a calificar de "auténtica barbaridad" lo que ha visto y conoce del particular reformatorio ilegal de la masía de Sant Llorenç de la Muga. lavanguardia.es

miércoles, 28 de enero de 2009

LA CHICAS TAMBIEN PEGAN

La violencia y delitos aumentan entre las adolescentes del sexo femenino, que adoptan un estilo juvenil regido por conductas masculinas

Expertas en criminología mantienen que lo que ocurre ahora es que se hacen más visibles unas conductas que ya existían años atrás

Los chicos siguen siendo más violentos, pero las chicas les ganan en pequeños hurtos y se equiparan al otro sexo en consumo de cannabis e ingesta de alcohol

JAVIER RICOU

LLEIDA.- Cada vez suman más en las estadísticas, aunque en números globales siguen siendo minoría. Los actos violentos protagonizados por chicas adolescentes han aumentado en los últimos años y su estilo de vida se equipara ya –en algunos comportamientos propios de la cultura juvenil- a las conductas de los chicos. Fuman tanto o más cannabis que ellos, beben lo mismo y, en el ámbito delictivo, incluso superan a los varones en la comisión de pequeños hurtos. Aunque la cara más extrema de la violencia sigue siendo cosa de chicos.

¿Son ahora las chicas más violentas que hace una década? ¿Delinquen más que antes?

Si el análisis se basa únicamente en lo recogido en las estadísticas la conclusión es que si. En Catalunya, los centros de Justicia Juvenil atendieron en el primer semestre de 2008 a un total de 5.258 menores. Eso supone un descenso de casos del 7,55%, respecto al mismo periodo de 2007. Ese decremento no se ha registrado, sin embargo, en los ingresos en centros de internamiento, a los que llegan los casos más graves. Y es ahí, precisamente, donde más ha aumentado el número de chicas. Entre el año 2000 y el 2008 se ha doblado (del 5,19% al 10,38%) el número de adolescentes del sexo femenino ingresadas en esos centros. Más de la mitad de esos menores (la media de edad es de 17 años) cometieron delitos contra la propiedad. Son cifras muy similares a las de hace ocho años. Pero hay otro indicador, en esta estadística, que revela un aumento de violencia en las conductas de esos adolescentes, del que no se salvan las chicas. Los delitos de lesiones han registrado un espectacular aumento. En el 2000 suponían el 14,22% de los casos y ahora se acercan casi al 23 por ciento.

Cristina Rechea, catedrática de Psicología y directora del Centro de Investigación en Criminología de Castilla-La Mancha, otorga validez a estas estadísticas –el aumento de causas judiciales contra chicas se repite a nivel nacional- pero aporta una visión nueva a este fenómeno, del que tampoco escapa el resto de Europa.

El centro que dirige Rechea destaca por ser el único en España que investiga con datos globales la evolución de la adolescente femenina en el mundo de la delincuencia. Sus estudios han contado con el apoyo del Consejo General del Poder Judicial y en las encuestas realizadas en la última década a menores y jóvenes –revela esta catedrática- “no detectamos un cambio en el comportamiento de las chicas tan acusado como el que algunos predican tras una lectura rápida de las encuestas”.

“Nuestros estudios revelan que las chicas pegan casi igual que lo hacían años atrás”, afirma Raquel Bartolomé, psicóloga de este centro de criminología. Ahora esa violencia se ha hecho, sin embargo, mucho más visible. Y eso se debería, añade esta investigadora, “a la judicialización de esos casos, que años atrás se solucionaban por otras vías, como puede ser la terapéutica”.

El trabajo realizado por este centro de Castilla-La Mancha sí que ha puesto al descubierto nuevas conductas entre las chicas, propias del sexo opuesto. “En aspectos concretos, como puede ser el consumo de cannabis o la ingesta de alcohol, apenas hay ya diferencias entre sexos”, afirma Esther Fernández, otra de las psicólogas que ha participado en estos estudios. Esa equiparación de roles se achaca, más que a una imitación de los patrones masculinos, a la inclusión por parte de las chicas al estilo de vida juvenil, regido por conductas más propias del varón que del sexo femenino.

En la comparación por delitos, los chicos ganan por goleada en conductas de violencia extrema. Las chicas, por el contrario, superan al otro sexo en pequeños hurtos cometidos en tiendas. Dentro de ese mundo juvenil, lo que han hecho las chicas “es adaptarse a lo que hay”, añade Raquel Bartolomé. El hecho, por ejemplo, de que una banda de chicas grave una paliza a otra con un teléfono móvil “habría que entenderlo como una consecuencia de la nueva realidad o medios de los que disponen ahora los adolescentes”, precisan estas psicólogas.

Estas tres expertas en criminología consideran como algo imposible que algún día chicas y chicos o mujeres y hombres alcancen niveles idénticos en las estadísticas por actos delictivos o violentos. El sexo femenino sigue siendo, en ese mundo, una minoría.

La percepción entre otros profesionales con experiencia en el tratamiento de menores es que las chicas que hoy acaban inmersas en un mundo de violencia y delitos suelen mostrar una insensibilidad mayor que la de los chicos. “Y también –afirma Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía de Menores de Madrid- suelen mostrarse más distantes y duras emocionalmente que los varones. Y eso complica el tratamiento.”

Las agresiones en el seno de la familia son otro indicador del nuevo papel asumido por la chica violenta. Hace muy pocos años apenas se daban casos de madres o padres agredidos por una hija. En la actualidad, indica Javier Urra, tres de cada diez agresiones de este tipo las protagonizan adolescentes del sexo femenino.

EL ESQUI DE FONDO LEVANTA CABEZA

La abundancia de nieve anima a un negocio que hace dos años no pudo abrir ni un día las pisas

La crisis económica podría acabar beneficiando a un esquí, más barato y respetuoso con la naturaleza

JAVIER RICOU

TUIXENT.- El esquí nórdico ha levantado cabeza este año después de tres temporadas muy malas por la falta de nieve. Los grosores acumulados en el Pirineo han despertado a las estaciones de fondo, inmersas en uno de los inviernos más dulces de su historia. La afluencia de clientes superó las expectativas de estos complejos en las fiestas de Navidad y algunas de esas estaciones, como la de Tuixent-La Vansa (Alt Urgell), aspiran a batir esta temporada su récord de visitantes.

La nieve caída este invierno ha sido el mejor regalo para un negocio que depende única y exclusivamente del cielo. Pero el esquí nórdico podría sacar esta temporada tajada de uno de los males que ahora mismo afecta a la mayoría de empresas. Todavía es muy pronto para aventurar resultados –recalcan desde las estaciones de fondo- pero en esas pistas se escucha un comentario común: “La crisis económica, a nosotros, igual nos aporta beneficios”.

Con lo que cuesta un forfait en una estación de alpino pueden esquiar en una de nórdico cuatro miembros de una misma familia. Y este es un dato, en los tiempos que corren, que hay que tener en cuenta. El pase de un día, en fin de semana, cuesta nueve euros y medio. Los números del negocio del fondo pueden parecer insignificantes, si se comparan con las cifras del esquí alpino. Pero esas pistas de nórdico, bien gestionadas y con apoyo de la administración, pueden convertirse en importantes motores económicos de los municipios donde están las montañas.

Tuixent-La Vansa es un ejemplo. Estas navidades ha habido días en el que el número de esquiadores ha rozado el medio millar. “Casi hemos batido nuestro récord de visitantes de un día”, revela Horaci Botella, responsable del complejo. Eso ha dado ánimos a un sector que hace solo dos inviernos no pudo abrir puertas ni un solo día por falta de nieve. “Es muy pronto para aventurar resultados, pero la actual situación económica podría acabar por beneficiarnos”, afirma Ramon Sellers, director de la estación de Lles de Cerdanya. Por estas pistas han pasado en un solo día, estas navidades, más de trescientas personas. “A esta cifra hay que sumar –añade Sellers- las personas que acompañan a los esquiadores, los que contratan excursiones con raquetas de nieve, o los que simplemente vienen a pasear por la montaña”. En una sola jornada esta estación puede recibir a más de un millar de visitantes y eso se nota en los negocios turísticos que hay cerca de las pistas.

En el Bosc de Viròs (Pallars Sobirà) las cifras son más modestas. En estas pistas, medio centenar de personas se considera ya como una buena entrada. El principal escollo de esta estación son los servicios. “El refugio tiene una capacidad de cincuenta personas”, indica el director del complejo, Nando Ramon. Y los accesos. El año pasado con las ayudas de la Generalitat se asfaltó un tramo de la pista que conduce a pistas y ahora se acometerá el resto de la obra. “Si conseguimos mejorar este tema y ampliar el refugio podremos recibir a muchos más clientes”, añade Ramon.

Las ayudas públicas se han hecho imprescindibles en un negocio explotado por Ayuntamientos y con muy pocos recursos. Política Territorial parece haber tomado nota de la situación y se han incrementado las ayudas. La Vansa-Tuixent ha estrenado esta temporada carretera y edificio de equipamientos y en Lles de Cerdanya van a destinar los cien mil euros de la última subvención para llevar la luz hasta los edificios de la estación.